Cuando hablamos de optimización máxima del espacio de un almacén o de almacenaje automático en altura, el sistema de almacenaje que eleva a la máxima expresión estas ventajas es el almacén o silo autoportante.
A continuación, profundizamos en las características, ventajas y aplicaciones de este complejo, pero eficiente sistema de almacenaje industrial.
¿Qué es un Almacén o Silo Autoportante?
El almacén autoportante, también denominado silo autoportante, es un sistema de almacenaje de gran altura diseñado no sólo para almacenar mercancía, sino para soportar la estructura de la edificación. Dicho de otra forma, en este tipo de almacenes la estantería o rack industrial constituye una parte estructural del edificio además de ser el lugar donde se almacenan o estocan las unidades de carga.
Generalmente, están destinados a almacenar mercancías paletizadas y suelen incorporar medios automatizados o robotizados para el flujo de las mercancías.
Características del almacén autoportante
Como decimos, la principal característica de los silos autoportantes es que la propia estantería soporta el edificio y los cerramientos exteriores. Sin embargo, hay más factores que hacen de los almacenes autoportantes una solución logística diferenciada:
Gran altura
Son almacenes que pueden alcanzar los 40 metros de altura, lo que no es habitual en naves equipadas con estanterías industriales convencionales.
Soporte de fuerzas exteriores
Además de formar parte de la estructura del edificio, las estanterías soportan las acciones de las fuerzas exteriores como el viento o la nieve. El dimensionamiento está basado en normas sísmicas y en los agentes atmosféricos.
Instalación sin obra civil
Los almacenes autoportantes no necesitan de obra civil. Sólo es necesario la construcción de la losa del suelo, y en ocasiones, un muro perimetral de estanqueidad. La estructura permite la integración de sistemas de antincendios y evaporación, así como la instalación de sistemas de desagüe.
Todo tipo de estantería industrial
Si bien es cierto que la mayoría de estos almacenes son automáticos, estos sistemas pueden incorporar todo tipo de estanterías industriales: convencionales, compactas, cantiléver, dinámicas, etc.
Edificación de un silo autoportante
Los almacenes autoportantes se caracterizan, entre otras cosas, por requerir una obra civil mínima, pero hay ciertas fases que cumplimentar para su materialización. A grandes rasgos, estos son los pasos:
Adecuación de la superficie
Tras el estudio detallado de la ubicación de la superficie y de las características ambientales donde se ubicará el almacén, se debe acondicionar el terreno mediante un proceso que incluye en primer lugar la fase de excavación, y, en segundo lugar, la fase de relleno y compactado. Mediante el relleno y compactado lo que se hace es elevar la cota del perfil natural del terreno o restituir dicho nivel.
Losa
Se trata de la aplicación de una superficie homogénea, principalmente de hormigón, sobre la que se apoyará toda la instalación del almacén.
Muros perimetrales
No siempre son necesarios. Suelen alcanzar una altura entre 1 y 2 metros y son un elemento de estanqueidad.
Montaje de las estanterías
Se refiere a la fase de instalación de los racks donde se almacenará la carga y que además soportarán la estructura del almacén.Si el silo autoportante requiere transelevadores u otro tipo de elementos automatizados, se integrarán tras la instalación de las estanterías.
Cubierta
La fachada y la cubierta superior forman la cara externa de cada almacén autoportante. Ambas se integran a la perfección con la estructura metálica interior.
Principales ventajas del silo o almacén autoportante
Los almacenes autoportantes ofrecen muchas ventajas respecto a otro tipo de soluciones de almacenaje:
Máximo aprovechamiento de la superficie
Los autoportantes personifican el concepto de aprovechamiento del espacio puesto que permiten maximizar los metros disponibles en altura, permitiendo eso almacenar más unidades de carga. El factor del aprovechamiento del espacio en vertical no sólo convierte a los silos autoportantes en almacenes de alta densidad, sino que además elimina los inconvenientes de contar con una superficie en suelo limitada, bien porque el suelo tiene un precio elevado, porque no hay más espacio disponible o cualquier otra razón que limite la expansión en horizontal.
Alta capacidad de almacenaje
Las estanterías son un elemento estructural de la nave, por lo que se eliminan elementos como vigas y columnas, ganándole así todos los metros útiles a la superficie y destinándolos en su totalidad al espacio dedicado al almacenaje. Además, la automatización que acompaña generalmente a los almacenes autoportantes conlleva una gran reducción de los pasillos de trabajo en favor de más espacio de almacenaje.
Mayor productividad
La integración en las estanterías de elementos automáticos como transelevadores, shuttles, etc., hacen que los almacenes autoportantes cuenten con un flujo de mercancías más intenso y eficiente, incrementando así el rendimiento del almacén y de la empresa.
Control de stock
La digitalización de la mayoría o de todos los procesos que se llevan a cabo en los almacenes autoportantes automáticos, permite un control absoluto de los productos y del flujo operativo.
Gran adaptabilidad
Se trata de una solución de almacenaje que permite cualquier configuración de estantería y un diseño que se ajuste perfectamente al tipo de producto que va a ser almacenado. El nivel de automatización también es variable en función de las necesidades de la empresa.
Retorno de la inversión (ROI) inmediato
Los almacenes autoportantes requieren una inversión inicial importante puesto que en muchos casos son instalaciones que ocupan una gran superficie en horizontal y vertical, la coordinación de muchos equipos de ingeniería, a lo que hay que añadir la integración de los componentes automáticos. No obstante, una vez comienza a operar el margen de error es mínimo gracias a la automatización, hay un control absoluto en los procesos, con unos índices de seguridad elevadísimos, con un flujo constante de mercancías… Por tanto, el rendimiento es casi inmediato, lo que rentabiliza la inversión hecha en el corto plazo.
Solución idónea para el almacenaje en frío
Los silos autoportantes se adaptan a la perfección a almacenes que requieren trabajo en frio o en cámaras de congelación gracias a la máxima compactación del espacio. Es importante que las estanterías industriales para almacenaje en frío, ya sea en almacenes autoportantes o en otro tipo de almacenes, tengan una adecuada respuesta a tales condiciones ambientales y hagan frente a la corrosión, como ocurre con las estanterías galvanizadas de AR Racking.
Factores a considerar con los almacenes autoportantes
Por un lado, el cumplimiento de la norma EN-1090 de marcado CE es de obligado cumplimiento para los fabricantes de estructuras metálicas industriales autoportantes que se instalan en la Comunidad Europea, tal y como establece el Reglamento Nº305/2011 del Parlamento Europeo porque en este caso, las estanterías industriales se consideran parte fundamental de la edificación. Para la obtención de la certificación, se debe superar con total conformidad los exigentes requisitos que impone la norma en cuanto a los materiales, la soldadura, corte, conformado y tratamientos superficiales.
Por otro lado, si bien los almacenes autoportantes no exigen todos los requerimientos de una obra civil al uso, constituyen grandes obras de ingeniería y son proyectos que requieren un estudio detallado, un diseño preciso, una planificación férrea y una coordinación de equipos. Por ese motivo, es muy habitual que la implementación de esta solución de almacenaje se aborde con una perspectiva integral y se concrete como proyecto llave en mano.
Si estás valorando la posibilidad del almacén autoportante para optimizar el almacenamiento de tu empresa, contacta con nuestros expertos para recibir asesoramiento personalizado en tu proyecto.
3 ejemplos de almacenes autoportantes
Cada vez son más las empresas que ante la necesidad de un intenso flujo de entradas y salidas de la mercancía, optan por los almacenes autoportantes automáticos como solución de almacenaje. Los racks autoportantes se adaptan a todo tipo de empresas, sectores y cargas. Aquí algunos ejemplos de proyectos realizados por AR Racking:
Instalación de un almacén autoportante de simple fondo de 38 metros de altura para la empresa argentina de pinturas Sinteplast. Además, la instalación cuenta también con un sistema miniload para cajas. Con esta instalación se generó una capacidad de almacenaje para 18.400 pallets y el cliente duplicó su capacidad de expedición.
AR Racking instaló un almacén autoportante con autoelevador de simple profundidad para esta empresa dedicada a las soluciones de control de acceso. 26 metros de altura de almacén para duplicar la producción.
La reconocida marca de productos lácteos confió en AR Racking para la realización de un almacén autoportante destinado a producto refrigerado en Ciudad Real.