A la hora de diseñar una bodega, es importante tener en cuenta que existen diversos modelos según las necesidades de la empresa y su uso previsto. Aspectos como la ubicación son fundamentales para decidir entre diferentes tipos de bodega, y con esta característica principal destacan las bodegas regionales.
¿Qué es una bodega regional?
Una bodega regional es una instalación de almacenamiento intermedia en la cadena de suministro que sirve como punto de distribución para una región geográfica específica y destaca por su diseño y por la distancia que cubren sus expediciones.
Debe estar acondicionado para recibir una gran cantidad de vehículos para carga y descarga de mercancía, y las rutas de transporte generalmente son de menos de un día de duración. Por lo tanto, estas instalaciones, también conocidas como bodegas de distribución se ubican cerca de los consumidores finales en grandes núcleos urbanos.
¿Cuál es el objetivo de establecer una bodega regional?
Las bodegas regionales desempeñan un papel fundamental en la cadena de suministro al ofrecer una distribución rápida y fiable. Es posible operar sin ellos, pero contar con uno permite el traslado de grandes volúmenes de mercancía en poco tiempo. Esto se logra al recibir productos de múltiples fuentes simultáneamente y transferir pedidos a diversos destinos en un mismo día.
Estos centros son especialmente útiles en la distribución de productos con fechas de caducidad cercanas. De esta manera, la mercancía puede llegar a la bodega y a su destino el mismo día.
En estas bodegas con tanto flujo de mercancías es más importante si cabe monitorizar el inventario en tiempo real, lo que facilita la toma de decisiones y optimizar procesos clave como el picking y la preparación de pedidos.
Ventajas que aporta a la cadena de suministro
Estas bodegas tienen varias funciones clave que pueden suponer grandes beneficios en la gestión de la cadena de suministro de una empresa. A continuación, detallamos sus principales puntos fuertes:
Consolidación de Inventario: Sirven como punto de consolidación para agrupar productos de diferentes proveedores antes de distribuirlos a los clientes finales o minoristas dentro de la región.
Reducción de plazos de entrega: Al estar más cerca de los clientes, las bodegas regionales pueden reducir significativamente los tiempos de entrega, mejorando así el servicio al cliente.
Optimización de costes: Facilitan el flujo eficiente del inventario y la logística, optimizando las distancias y rutas de entrega lo que puede reducir los costes de transporte y almacenamiento.
Mejora de la disponibilidad de mercancía: Las bodegas regionales ayudan a mantener un nivel adecuado de inventario para satisfacer la demanda local, evitando tanto la escasez como el exceso de productos.
Flexibilidad: Permiten a las empresas adaptarse rápidamente a las fluctuaciones en la demanda local y gestionar mejor la logística inversa que implican las devoluciones y los productos defectuosos.
¿Qué se almacena en una bodega regional?
Se trata de un tipo de bodega muy versátil y adaptado a empresas de cualquier sector, por lo que estas instalaciones pueden acoger distintos tipos de mercancía:
- Materia prima: es común que los recursos sean almacenados cerca de los centros de producción, lo que a menudo implica la proximidad a bodegas centrales. Aunque en algunos casos puedan pasar por bodegas regionales antes de alcanzar su destino final.
- Productos intermedios: los productos semielaborados pueden permanecer en la fábrica donde se comenzaron a preparar, Sin embargo, si su proceso de elaboración requiere la intervención de más de una instalación, es posible que sea necesario su paso por una bodega regional o temporal para su gestión y distribución adecuada.
- Productos terminados: Por lo general, las bodegas regionales suelen ser los encargados de albergar estos bienes, ya que su objetivo principal es asegurar una atención rápida a los clientes, generalmente en un plazo inferior a las 24 horas.
La elección del tipo de bodegas
A la hora de decidir qué tipo de bodega crear e implementar debemos valorar diferentes aspectos:
- Tareas específicas en el ámbito de la logística.
- Características de la instalación: pueden incluir su ubicación geográfica, la cantidad de metros cúbicos disponibles para almacenaje, los tipos de estanterías utilizadas, entre otros aspectos relevantes.
- La logística propia de cada empresa comprende elementos como el tipo de producto manejado, la frecuencia de rotación de inventario, el uso de carretillas u otros equipos de manipulación de carga, la metodología de almacenamiento empleada, los sistemas de picking, así como el funcionamiento de la logística inversa, entre otros aspectos específicos de la operación logística interna de la empresa.
Cada tipo de bodega presenta sus propias ventajas y desventajas. La clave reside en identificar el sistema que mejor se ajuste a las necesidades de cada empresa, considerando diferentes factores como la distancia entre las plantas de fabricación y los consumidores finales o el tipo de producto.
La presencia de una bodega regional puede ser crucial para consolidar el negocio en una zona específica, especialmente en áreas distantes de la sede central o de los centros de producción. La capacidad de responder rápidamente puede marcar la diferencia, ya que permite satisfacer las necesidades de los clientes en el menor tiempo posible. Esto puede influir en que los clientes opten por volver a elegir los servicios de una empresa o depositen su confianza en su cadena de suministro.
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