La ejecución completa de un proyecto con varios procesos de carácter industrial requiere de una precisa coordinación entre un amplio abanico de recursos humanos y técnicos. La esencia de los proyectos llave en mano es que además de que el cliente obtenga un producto final satisfactorio, experimente un proceso completo de compra y entrega, así como un servicio ajustado, personalizado y de máxima eficiencia.
En los últimos años, los proyectos llave en mano han sido la fórmula adoptada especialmente para pedidos de gran volumen en los sectores industriales, entre los que se incluye también el del almacenaje industrial y los racks metálicos industriales para bodega. Se trata de un concepto complejo, pero sencillo de entender si se tienen claros tres aspectos básicos:
¿Qué es y cuál es el objetivo de los proyectos llave en mano?
El proyecto llave en mano, a veces conocido también como contrato llave en mano, se trata de un acuerdo entre cliente y el proveedor del servicio (o contratista) en el que el segundo se compromete a llevar la gestión integral de todas las fases que requiera el proyecto desde el inicio o la fase preliminar hasta la entrega final del proyecto contratado. El contratista será el responsable y el encargado de hacerse cargo no sólo de la entrega del producto o servicio (en este caso, la instalación de los sistemas de racks industriales), si no de absolutamente todas las gestiones que requiera el proyecto en todas sus fases.
El objetivo de los proyectos llave en mano es ofrecer un servicio integral al cliente (o contratante), de forma que éste no tenga que preocuparse por nada más que la supervisión del proyecto para comprobar que se está ejecutando en los términos acordados previamente.
¿Qué debe incluir el concepto llave en mano en un proyecto de una bodega o almacén?
Los principales factores que se abordan en los proyectos llave en mano son: el diseño del proyecto, el plazo de ejecución, el precio y la forma de pago, las garantías de cumplimiento y la ley que rige el contrato.
En los proyectos de almacenaje industrial que se lleven a cabo bajo el concepto llave en mano, se engloban varias fases:
Análisis de la necesidad:
Se trata de la valoración inicial de la necesidad del cliente, quien debe trasladar al proveedor integral de sistemas de almacenaje qué busca, las posibilidades de la superficie, las características de la empresa y su operativa, el flujo de la mercancía, etc. De esa forma, el contratista podrá realizar un análisis de la necesidad del cliente y preparar una propuesta para una solución de almacenamiento, o del sector que corresponda, a medida.
Asesoría de soluciones y formalización del contrato:
Tras el primer contacto entre cliente y contratista, el proveedor integral debe proponer al cliente la solución que mejor se adapte a sus necesidades. La propuesta se traslada tras un estudio detallado de la situación, contemplando todas las variables técnicas (plazos, planificación, calidad, etc.) y de logística. Si fuera necesario, proponiendo varias alternativas. De esa forma, el cliente podrá valorar minuciosamente el proyecto, estableciendo al mismo tiempo una relación basada en la transparencia.
El proveedor deberá asesorar al cliente en todos los aspectos que abarcará la realización del proyecto, presentarse como una partner de confianza para el propio cliente y siempre ofreciendo, la ejecución de un proyecto que dote al cliente de mayor competitividad. El cliente, con toda la información a su disposición, será quién decida cuál es la propuesta más adecuada y proceder a la formalización del contrato.
Diseño y cálculo de las estructuras:
Se puede decir que es la fase en la que realmente comienza el proceso industrial. El equipo de ingeniería diseñará y calculará los racks industriales con las que se equipará la nave, la bodega o el centro de distribución. Tras identificar cuál el sistema de almacenaje más adecuado, se analizarán los factores ambientales que puedan afectar a la estructura para el posterior diseño, cálculo y fabricación de los racks.
Planificación y monitoreo de la producción:
Corresponde a la fase de la instalación de la estructura, que se realizará en varias fases. Las fases del proyecto se someterán a supervisión constante para constatar que se cumplen los plazos acordados con el cliente. La coordinación entre los gestores de proyecto, el personal administrativo y financiero, responsables de operaciones, técnicos, etc. será clave en el desarrollo de la ejecución del proyecto.
Control de calidad y logística:
El control de calidad se debe realizar en todas las fases del proyecto, especialmente en el proceso de fabricación de los racks industriales, donde se realizan controles de medición láser, de soldadura, de pintura, acabados o empaquetado. No obstante, la calidad debe garantizarse también en el cumplimiento de las normas de los organismos reguladores.
Planificación de la instalación y su ejecución:
Una vez verificado que el producto diseñado y fabricado o adquirido a otros proveedores cumple estrictamente las peticiones del cliente y lo acordado en el proyecto bajo los parámetros de calidad exigidos, llega la fase de la instalación y montaje. Se trata de una fase exigente, en la que intervienen muchas personas y bajo la presión añadida del cumplimiento de los plazos. Los cierres de proyecto conllevan la supervisión de todos los detalles
¿Cuáles son las ventajas de un proyecto llave en mano para bodega?
Desde la perspectiva del cliente, las condiciones favorables en proyecto llave en mano son las siguientes:
Control del presupuesto:
El cliente sabrá desde el inicio el coste aproximado total del proyecto de la bodega y sólo deberá preocuparse de realizar las transacciones financieras indicadas con un único proveedor, agilizando sobremanera los procesos y evitando riesgos de descontrol.
Interlocutor directo:
En los proyectos industriales, sean de la índole que sean, intervienen un gran número de interlocutores. Se trata de una situación que puede ralentizar el proyecto, dar lugar a equivocaciones que en definitiva lastren la ejecución y, además, una absorción del tiempo que bien podría emplearse en otros proyectos. Los proyectos llave en mano garantizan una relación dual, directa entre cliente y contratista, con un resultado más ágil y eficiente.
Tiempo de entrega definido:
Los plazos de ejecución vienen definidos en el acuerdo previo. Al gestionarse todos los procesos en una sola empresa se ahorrará mucho tiempo, puesto que los tiempos de diseño y fabricación se establecen desde un inicio y no dependerán de terceros.
Mayor conocimiento del proceso:
La comunicación directa con la empresa que se encargará de ejecutar el proyecto de la bodega permite al cliente estar más cerca del proceso y conocer de primera mano su desarrollo, de forma que pueda intervenir o modificar los aspectos que considere necesarios o que no cumplen con lo solicitado.
Servicio post-venta personalizado:
Si al de un tiempo de la entrega del proyecto llave en mano surgiera algún problema de cualquier índole, el cliente tiene la oportunidad de interactuar directamente con el proveedor sin tener que ponerse en contacto ni tener que coordinarse con diversas empresas o personal responsable. Este factor facilitará la resolución de cualquier incidente de forma más rápida y ajustada.