Las empresas químicas se enfrentan al reto de mantener en perfecto estado y con máxima seguridad sus productos a lo largo de toda la cadena de suministro, incluyendo la fase de almacenaje.
En esta publicación profundizaremos en las principales dificultades y retos que surgen al almacenar industrialmente productos químicos y los principales puntos clave a tener en cuenta para almacenar con seguridad productos químicos en una bodega.
Organización y tipos de productos químicos a almacenar
En primer lugar debemos conocer con detalle qué tipo de producto químico es el que vamos a almacenar, para adaptar en consecuencia las características de la bodega y el sistema de almacenaje.
Los productos químicos son compuestos creados en procesos industriales o de laboratorio y tienen diversos usos y aplicaciones en nuestra sociedad actual.
La clasificación de productos químicos puede organizarse de varias formas, diferenciándose entre productos químicos orgánicos e inorgánicos en función de si su composición se basa en el “carbono” o no.
También se puede realizar la diferenciación clásica por su estado de agregación entre sólido, líquido y gaseoso, la cual tendrá implicación en el volumen y peso del producto a almacenar.
La principal forma de desglosar los productos químicos a almacenar por tipos sería en:
- Líquidos inflamables
- Ácidos
- Gases comprimidos
- Sustancias volátiles peligrosas
- Sustancias líquidas no volátiles peligrosas
- Bases líquidas
- Oxidantes líquidos
A la hora de instalar racks industriales donde vayan a ser almacenados productos químicos, se debe conocer con especial atención la compatibilidad química de los productos. La compatibilidad química nos indica el grado en el que un producto químico puede tener contacto con otro sin generar corrosión o cambios negativos en sus características.
Si dos productos químicos al mezclarse no cambian, son compatibles entre sí. Si por el contrario sufren alteraciones o no se mezclan son productos químicos incompatibles y habrá que tener un especial cuidado con la separación entre ellos en la bodega o almacén.
Además, existe una clasificación de productos químicos por su peligrosidad, cada una acompañada de un tipo de etiquetado especial para poder ser diferenciado en todas las fases de la cadena de suministro:
- Explosivos
- Comburentes
- Inflamables
- Tóxicos
- Nocivos
- Corrosivos
- Irritantes
- Sensibilizantes
- Carcinogénicos
- Mutagénicos
A la hora de categorizar, organizar y planificar el almacenaje de sustancias químicas en nuestro almacén o bodega se debe tomar como referencia la información del Reglamento REACH (CE) Nº 1907/2006 donde encontramos los datos sobre el registro, la valoración, las autorizaciones y restricciones al respecto.
También se deben seguir las directrices indicadas en el Reglamento de Almacenamiento de Productos Químicos (RAPQ), cuyo objetivo es establecer las condiciones de seguridad con que deben contar las instalaciones de almacenamiento, carga, descarga y trasiego de productos químicos peligrosos.
Dificultades y riesgos del almacenaje de producto químicos
Como hemos visto, el almacenaje de productos químicos contará con muchas variables a considerar y su implementación se aleja bastante de la de una bodega convencional.
Antes de analizar cómo llevar a cabo este proceso, hay que tener en cuenta que las principales dificultades con las que contará un almacenaje seguro de productos químicos son:
- Cuanto mayor sea la variedad y cantidad de productos químicos almacenados, mayor será el riesgo de la bodega y por tanto más exigentes deberán ser las medidas de seguridad.
- La operativa de la bodega se dificultará al tener que realizar con mayores condiciones higiénicas y con equipos de protección individuales (EPI) especiales.
- La formación de todo el equipo de trabajadores del almacén o bodega deberá ser intensa en conocimientos químicos, de seguridad y de prevención de riesgos laborales.
- El almacenaje de los productos químicos durante un tiempo prolongado supondrá un riesgo añadido a la instalación, por lo que el control de inventarios será una tarea primordial.
- Si se incumplen las medidas de seguridad establecidas, el riesgo de explosión o descomposición de los productos químicos es elevado.
- La revisión y mantenimiento de las unidades de carga, bidones y envases que contienen los productos químicos son muy importantes ya que pueden degradarse con un periodo de almacenaje largo.
¿Cómo almacenar productos químicos en una bodega?
Una vez conocidos los tipos de productos químicos a almacenar y considerados los riesgos inherentes al almacenaje de este tipo de mercancía nos centramos en el proceso a seguir para diseñar la bodega y los sistemas de almacenaje adecuados para los productos químicos.
Las principales soluciones para almacenar productos químicos con la máxima seguridad son:
Limitación del nivel de stock de productos químicos
Los niveles de stock de productos químicos deben mantenerse al mínimo posible en la bodega, ya que la peligrosidad aumenta notablemente cuanto mayor cantidad de producto se almacene en un mismo espacio.
Para tratar de reducir la carga térmica y química del espacio de almacenaje, se deben instalar sistemas de racks metálicos que fomenten una eficiente rotación del producto, que permitan que cada unidad de carga se almacene durante cortos periodos de tiempo y que la periodicidad de los pedidos sea reducida.
Los sistemas de almacenaje con un funcionamiento del tipo FIFO (First in, First out), facilitarán esta correcta rotación del producto y reducirán los riesgos del almacenaje de químicos.
Diseño de un layout de bodega por secciones
El diseño del “layout” o mapa del almacén o bodega es siempre una tarea clave en el funcionamiento logístico de una empresa, en el caso de las empresas que almacenan sustancias químicas esta etapa será critica.
El layout de estas bodegas se debe diseñar con divisiones en distintas secciones en función del tipo de producto químico a almacenar.
Si los productos químicos no son compatibles, estas secciones deberán ser estancas entre ellas, aislando los distintos tipos de productos químicos en todas las fases de la cadena de suministro.
Estas secciones, aún formando parte de la misma bodega, tendrán un funcionamiento independiente con distinta operativa y medidas de seguridad específicas.
Además, también habrá que aislar del resto de mercancía aquellos productos químicos de mayor peligrosidad y toxicidad.
Prioridad a la gestión de inventarios y al mantenimiento
La gestión y control de stock en los almacenes químicos debe ser intensa y al detalle, ya que cualquier error de stock puede suponer consecuencias graves.
Es necesario mantener actualizados los datos de inventarios de la mercancía periódicamente, la trazabilidad del producto desde su origen a su futuro destino, vigilando las fechas de recepción y las fechas programadas para su expedición evitando largos periodos de almacenamiento.
Para llevar a cabo la gestión de stock de forma sencilla, el correcto etiquetado de los productos es esencial. Cada unidad de carga debe indicar en el etiquetado su nivel de peligrosidad junto con el resto de información logística.
Además, habrá que llevar a cabo controles de mantenimiento de los sistemas de almacenaje y las cargas de forma habitual para chequear además de los racks industriales, el estado de las unidades de carga o envases que portan las sustancias químicas para comprobar su seguridad y evitar su deterioro.
Completo plan de prevención y emergencias
Como complemento a los puntos anteriores, para conseguir un optimo nivel de seguridad en las bodegas de productos químicos se debe desarrollar un completo plan de prevención de riesgos y de emergencias.
Los trabajadores deben recibir formación sobre los productos químicos y sobre los distintos protocolos a cumplir en el interior de la nave o almacén.
Además, el plan de emergencias en caso de accidente debe ser conocido y estar correctamente señalizado en el interior de la instalación.
Se debe controlar el acceso de personas y vehículos que no conozcan estos planes.
Los pasillos de emergencia deben estar vacíos y limpios, sin unidades de carga depositadas ni vehículos estacionados que dificulten una rápida evacuación.
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